A medida que envejecemos, cuidar del bienestar emocional y cognitivo se vuelve tan importante como mantener una buena salud física. En este camino, hay herramientas sencillas, accesibles y poderosas que pueden marcar una gran diferencia. Una de ellas es la escritura. Y aunque a veces no se le da la importancia que merece, escribir en la tercera edad puede ser una actividad profundamente transformadora.



