A medida que envejecemos, el riesgo de insolación, deshidratación, golpes de calor y agotamiento aumenta. Por eso, en Sonraíz os damos algunos consejos para que nuestros mayores disfruten y se mantengan activos durante el verano.
Mantenerse bien hidratados
En verano, el cuerpo pierde líquidos rápidamente debido al calor. Las personas mayores no suelen sentir tanta sed, lo que puede llevar a una deshidratación sin que se den cuenta. En Sonraíz nos aseguramos de recordarles a nuestros usuarios que beban agua regularmente, incluso si no tienen sed. Además, recomendamos evitar las bebidas con cafeína o alcohol, ya que pueden deshidratar aún más.
Usar ropa ligera
Ropa hecha de tejidos como el lino o el algodón es ideal para los días calurosos. Estos materiales permiten que la piel respire mejor y ayudan a reducir la sensación de calor, evitando la asfixia que pueden causar las telas sintéticas. Es importante elegir ropa holgada y de colores claros, ya que esto también contribuye a mantener una temperatura corporal más fresca.
Evitar las horas de máximo calor
Salir a pasear y tomar aire fresco es esencial para la salud física y mental de nuestros mayores. Sin embargo, es fundamental evitar hacerlo durante las horas de máximo calor, que son entre las 12:00h y las 17:00h. En su lugar, se recomienda realizar estas actividades temprano por la mañana o al atardecer, cuando las temperaturas son más suaves.
Aumentar el consumo de frutas y verduras
Las frutas y verduras son una excelente fuente de agua y nutrientes esenciales. Consumir más de estos alimentos no solo ayuda a mantener una correcta hidratación, sino que también proporciona vitaminas y minerales importantes para la salud. Además, muchas frutas y verduras tienen un alto contenido de antioxidantes, que pueden proteger contra los efectos del calor extremo.
Usar protección solar
La piel de las personas mayores es más sensible a los rayos solares. Recomendamos limitar el tiempo de exposición al sol y, cuando sea necesario estar al aire libre, usar una protección solar con un factor de protección (SPF) de entre 30 y 50. Aplicar la crema solar generosamente y repetir cada dos horas, o después de nadar o sudar, es crucial para evitar quemaduras y otros daños en la piel.
Controlar las horas de sueño
El calor puede afectar negativamente la calidad del sueño, haciendo que durmamos menos y estemos más cansados durante el día. Para contrarrestar esto, en Sonraíz sugerimos mantener horarios fijos para acostarse y levantarse, crear un ambiente fresco y oscuro en la habitación, y evitar las siestas largas durante el día. Además, es útil utilizar sábanas ligeras y ventiladores para mantener una temperatura agradable durante la noche.
Vigilar la tensión arterial
El calor puede causar fluctuaciones en la presión arterial, lo que puede ser peligroso para las personas mayores. Es importante revisar la presión arterial regularmente, especialmente durante los meses de verano. Mantenerse bien hidratado, evitar el estrés y seguir una dieta equilibrada son medidas que pueden ayudar a controlar la tensión. Además, en Sonraíz estamos atentos para cualquier signo de mareo o desmayo, actuando de inmediato si es necesario.