El edadismo es la discriminación basada en la edad. En otras palabras, ocurre cuando tratamos de manera diferente a una persona no por sus circunstancias personales, sino por los prejuicios o estereotipos que tenemos, consciente o inconscientemente, debido a su edad.
Los estereotipos que nos rodean
Los estereotipos más frecuentes que enfrentan las personas mayores están profundamente arraigados en nuestra mente colectiva y en la sociedad. Absorbemos estas ideas constantemente, muchas veces sin darnos cuenta, y afectan no solo a las personas mayores, sino también a nosotros mismos.
Prejuicios internos: cuando nos limitamos
Es posible tener prejuicios sobre nosotros mismos sin darnos cuenta. Nos tratamos de manera diferente e injusta, poniéndonos expectativas limitantes sin ser conscientes de ello. Esto impide que alcancemos nuestro verdadero potencial y que hagamos todo lo que podemos o queremos hacer.
Tal vez abandonemos actividades que solíamos disfrutar porque creemos que ya no somos capaces de continuarlas, en lugar de buscar alternativas. Puede que no nos atrevamos a probar cosas nuevas, pensando que no seremos capaces de aprenderlas correctamente.
Sueños y deseos callados
Quizás tengamos ideas, intenciones, sueños, deseos, pensamientos... Hay muchas cosas que nos definen, pero que, en cambio, sentimos vergüenza de reconocer en voz alta por miedo a que otros nos juzguen o se sientan incómodos. Este miedo a la opinión ajena nos limita, nos hace reprimir partes de nosotros mismos y afecta nuestra forma de vivir.
Rompiendo barreras
Todo esto nos lleva a limitarnos a nosotros mismos, nuestras vidas y nuestros hábitos, y también a limitar la clase de persona que podemos llegar a ser. Por eso, es vital ponerle remedio al edadismo.
Afrontar el edadismo requiere un esfuerzo conjunto de la sociedad para cambiar actitudes, implementar políticas inclusivas y promover una cultura de respeto y valorización de las personas de todas las edades. Al hacerlo, no solo mejoramos la vida de los demás, sino que también nos preparamos para un futuro en el que todos podamos envejecer con dignidad y sin barreras.