La calidad y cantidad de sueño pueden cambiar significativamente a medida que envejecemos y es un tema frecuente entre los usuarios del Centro de Día Sonraíz. Una de las frases más repetidas es "De joven dormía como un tronco, pero ahora no pego ojo". ¿Qué hay detrás de este cambio en los patrones de sueño?

Uno de los principales factores que contribuyen a la disminución del sueño son los cambios estacionales, provocando la alteración de los ritmos circadianos. La luz solar adicional y los días más largos pueden alterar el reloj interno del cuerpo, lo que dificulta conciliar el sueño y puede provocar despertares tempranos. Para las personas mayores, cuyos ritmos circadianos ya pueden verse afectados, estos cambios estacionales pueden ser especialmente desafiantes.

La llegada de la primavera suele estar asociada con un aumento de la actividad física y social. Si bien esto puede ser beneficioso para el bienestar general, puede provocar una mayor fatiga y agotamiento al final del día, lo que dificulta conciliar el sueño.

Los cambios estacionales también pueden acentuar los síntomas de afecciones médicas como la apnea del sueño y el síndrome de piernas inquietas. El aumento de la congestión nasal debido a las alergias estacionales puede empeorar los síntomas de la apnea del sueño, mientras que el malestar en las piernas causado por el síndrome de piernas inquietas puede dificultar conciliar el sueño durante la noche. 

En el Centro de Día Sonraíz sabemos lo importante que es disfrutar de un sueño reparador, por todos los beneficios que aporta a nuestra salud, es por ello que nuestra recomendación es acudir siempre a una atención especializada ante cualquier cambio que pueda surgir en el proceso del sueño de nuestros mayores.