Con el paso del tiempo, muchas personas mayores comienzan a experimentar dificultades en su movilidad. Ya sea por enfermedades, desgaste físico o consecuencias de una caída, la reducción de la capacidad de movimiento no debe suponer una pérdida de calidad de vida. Con los cuidados adecuados, es posible mantener la autonomía, la seguridad y, sobre todo, la dignidad de quienes se enfrentan a estos cambios.
Atención integral: mucho más que ayuda física
Cuidar de una persona con movilidad reducida no significa solo asistirla en los desplazamientos. Requiere una atención integral que tenga en cuenta sus necesidades físicas, emocionales y sociales. La empatía, la paciencia y el respeto por sus ritmos son claves para lograr un acompañamiento verdaderamente humano.
En Sonraíz, trabajamos para que nuestros usuarios con movilidad limitada se sientan atendidos, valorados y seguros. Nuestro equipo profesional se adapta a cada situación, buscando siempre fomentar la autonomía dentro de lo posible.
Entorno adaptado y seguro
Uno de los aspectos más importantes del cuidado es asegurar un entorno accesible y libre de barreras. Esto incluye espacios amplios, sin obstáculos, con suelos antideslizantes, barandillas y mobiliario adaptado. Nuestras instalaciones en Gijón están diseñadas pensando en la movilidad de todos nuestros usuarios, facilitando que puedan desplazarse con seguridad y comodidad.
Apoyo en las actividades diarias
Desde levantarse de la cama hasta vestirse o participar en actividades, las personas con movilidad reducida necesitan acompañamiento específico. Contar con profesionales formados que sepan cómo asistir sin generar dependencia es esencial para preservar la autoestima y evitar frustraciones.
Ejercicio adaptado y fisioterapia
Aunque la movilidad esté reducida, mantenerse activo dentro de las posibilidades es fundamental. Ejercicios terapéuticos, fisioterapia y movimientos asistidos ayudan a mejorar la circulación, prevenir dolores y mantener el tono muscular.
Cuidado emocional: sentirse parte
La movilidad reducida no debe significar aislamiento. En nuestro centro fomentamos la participación de todos los usuarios, adaptando las dinámicas y talleres para que todos puedan implicarse. La socialización y el sentirse parte de un grupo son pilares del bienestar emocional.
Cuidar a una persona mayor con movilidad reducida implica atender cuerpo, mente y corazón. En Sonraíz, lo sabemos bien. Por eso trabajamos cada día para que nuestros usuarios vivan sin que una limitación física les impida disfrutar de una vida activa y acompañada.